Madre, ¡sólo un suspiro!

Madre mía, sólo te pido una cosa: un suspiro. Tanto necesito de tu Hijo y tantas veces se lo he pedido; tengo fe de que Él escucha nuestras súplicas pero Madre, si mis súplicas llegan por medio tuyo, todo será distinto. ¡Un suspiro Madre, sólo un suspiro! No te pido que me mires, ni siquiera soy digno de eso, mira solo a tu Hijo que yo he puesto en esa Cruz y, mirándolo, suspira una vez por mi pobre alma. Ese anhelo, ese deseo tuyo por alcanzarme un favor de tu Hijo que expresarás en un suspiro, Madre mía, vale…

Leer más…

¿Qué dicen de mí?…

Un alimento muy preciado, un verdadero bocatto di cardinale de nuestro “monstruo yo” que ya mencionamos, es la opinión de los demás sobre cada uno de nosotros, o sea qué opinan de “mí”… sí, otra vez este pronombre personal sale a nuestro encuentro… Es increíble lo condicionados que estamos con lo que piensen, opinen, digan o escriban sobre nuestras personas… Al comenzar estas líneas siento cierto nerviosismo… algo habrá… El respeto humano, el vano honor del mundo, el «qué dirán»… creaturas tan al borde del “no ser” que ni siquiera a veces pueden verse/sentirse/tocarse… un pensamiento, unas letras, un sonido…

Leer más…