Señor: ¡Que no se diga!

Que no se diga, Señor, que los tiempos son tan malos que ya no hay lugar para los santos… Que no se diga que el mundo está tan agresivo, que ya no se lo puede vencer, o que la carne está tan exacerbada que no se la puede parar, o que el demonio “anda suelto” y ya no se lo puede esquivar… Que no se diga, Señor, que una buena familia –numerosa, unida, católica– no se puede formar, que un buen religioso –pobre, casto y obediente– ya no se puede hallar, o que un “verdadero” joven –puro, piadoso, leal– no…

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El llanto del misionero

Durante el tiempo de formación en el Seminario se tiene la gracia de recibir muchas visitas de misioneros que van contando sus experiencias; a veces incluso los hemos podido ver dos y hasta tres veces, totalmente admirados de que entre una visita y otra haya pasado un considerable tiempo de al menos dos años. Pero para los que han vivido en La Finca –como en muchas otras de nuestras casas– es sabido que el tiempo corre “de otro modo”, tiene una “velocidad propia”, distinta al de otros lugares…, pero ¿acaso no tiene el día en La Finca 24hs? Sí, por…

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El Cielo y la Cruz

¡Comenzamos un año más de noviciado! Es el sexto año en el que Dios me da la gracia de ver a los nuevos candidatos (¡este año 34!), con esa alegría propia de quien ya ha dicho su sí al Señor. Las primeras palabras, como otros años, fueron en orden a presentar la cruz de Cristo, esa cruz que los ha atraído a la vida religiosa. Sin ponernos de acuerdo, desde distintos puntos de vista, en la Lectio Brevis[1] y en el sermón la primera Misa del año, ambos, con el P. José Hernández, predicamos sobre esa cruz. Pero al mirar…

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