De pasiones y mundiales…
Creo que es la primera vez que para escribir un post fluctúo entre dos polos casi opuestos. Por un lado, pienso que diré una verdad de Perogrullo, y por otro, que estoy cayendo en una especie de puritanismo innecesario –como todo error– que no producirá demasiada simpatía en algún que otro lector, sobre todo coterráneo o de algún otro país donde el fútbol ocupe socialmente el lugar que ocupa en mi querida patria Argentina. De todos modos, si lo escribo es porque dejo de lado esas impresiones y pienso que algo puedo aportar, y sobre todo pienso que Dios quiere…