¿Por qué ser misioneros?

“¡Si se entendiera, si se supiera qué quiere decir misionero, todos querrían serlo!”. Citando esta idea del Beato Paolo Manna, alguien preguntó hace unos días si podría explicarla. Voy a intentar dar una respuesta en esta nueva entrada al blog; tengan en cuenta que no soy un experto en la materia, ni un desgastado misionero en tierras de gentiles. Así y todo creo que algo podemos decir al respecto. Disculpen que arranque bien de “atrás”, pero me parece que vale la pena: partamos por lo que es el Principio y Fundamento en los Ejercicios Espirituales y debe serlo en toda…

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A tus 33 años ¡Cada día te quiero más!

Si uno quiere a su familia, es difícil al menos de vez en cuando no hablar o escribir de ella; pasa lo mismo con la familia religiosa. Es por esto que me permito subir estas líneas que acabo de enviar a un lista de Reenvíos de nuestra Congregación. Un día como hoy, 3 de mayo, del año 1981, el P. Carlos Miguel Buela, fundador de nuestra familia religiosa del Verbo Encarnado, recibió la “gracia fundacional”. Creo que no exagerar si digo que ya ese fue el momento de nuestra “concepción”, y el 25 de marzo del ’84, con la fundación,…

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El que siempre se ríe… (2)

“La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de quien se encuentra con Jesús”[1]. Esta gran verdad que nos enseña el Papa Francisco, puede, para decirlo de algún modo, “palparse” en un Noviciado. Sigamos entonces con esta característica, la alegría, tan propia de un novicio, pero que según aquel “siempre seré novicio” de San Bernardo, debería ser propio de todo religioso, y más aún, de todo cristiano, como lo decía Chesterton: “La alegría, que era la pequeña publicidad del pagano, se convierte en el gigantesco secreto del cristiano”[2].“La historia de los apóstoles, los primeros religiosos, se abre…

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El que siempre se ríe…

Leyendo, tiempo atrás, un libro sobre los maestros de novicios, encontré una definición que me hizo abrir los ojos con respecto a una de las características de este particular grupo de personas que comienzan con la vida religiosa. La definición, antigua y un tanto jocosa, dice así: “Novicio es el que siempre se ríe y todo lo rompe”, y estaba escrita en un transparente latín: “Novitius est ille semper ridens et omnia rumpens”[1]. Que el novicio “todo lo rompe” era algo para mí por demás sabido, ya que cada “rotura” pide del maestro un acto de paciencia, que no siempre…

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Lo que me enseñó la montaña (2)

Seguimos comentando algunas cosas aprendidas en las convivencias en la montaña junto con seminaristas y novicios. En camino: en los senderos, llamados “picadas”, existen marcas denominadas “pircas”; algunas están hechas con pinturas en los árboles, otras -en las partes más altas, donde ya no hay árboles- son pequeños montículos de piedras, a veces también pintadas y con un trozo de rama en la punta. Si el sendero es bastante transitado y, por tanto, está bien marcado, estas pircas pasan casi desapercibidas o forman parte del colorido y del folclore de la caminata o del ascenso pero, si el sendero es…

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Lo que me enseñó la montaña

He nacido en el llano, en plena pampa Argentina, de ahí que mis contactos con la montaña durante mi niñez y juventud, han sido prácticamente nulos. La cosa cambió, y no poco, al ingresar a la vida religiosa. Hice mi postulantado en la convivencia de novicios y seminaristas en Bariloche, hermosísimo lugar de montañas y lagos al sur oeste del país. Así fue que a pocos días de comenzar la nueva experiencia, me encontré con una mochila de varios kilos sobre los hombros, bajo un radiante sol de febrero, sediento y subiendo una pedregosa montaña. Menos mal que me lo…

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Que los traicione el corazón…

(Carta escrita a los novicios, antes de su primera profesión) Queridos “quasi” profesos: Hubiera querido poder escribirles estas líneas con un poco más de tiempo, pero no me ha sido posible. Así y todo les envío la idea, el fondo, aunque la forma no sea la mejor que podría haber sido. Mañana hacen su primera profesión!! Inolvidable momento para todo religioso… recuerdo muy bien aquel 25 de marzo del 2000 cuando fue mi turno… Estuvimos juntos un año para que ustedes mostraran a la Iglesia, al Instituto, y a ustedes mismos, que son capaces de prometerle a Dios ser castos,…

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