Si a vos te gusta…

Estoy de paso por “mis” pagos; aunque a decir verdad ya no son tan “míos” sino de mi familia, pues creo que es muy sano que el misionero tenga por “su” lugar, ese en el cual Dios lo ha plantado para sembrar el Evangelio. Estando en este querido pueblo (perdón, para no herir susceptibilidades hablemos con propiedad: cuando me fui, hace 15 años, era un pueblo, ahora es una ciudad…); estando aquí, decía, me vinieron a la mente un par de diálogos que tuve hace varios años con señoras piadosas que me encontraba en la parroquia, antes o después de…

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¡Recemos!

En este tiempo de Cuaresma quería detenerme en una de las tres obras que la Iglesia, englobando muchas otras, nos sugiere en todo tiempo pero, especialmente, en este tiempo de gracia: me refiero a la oración. No es tan fácil hablar o escribir sobre este tema debido a que es algo tan importante, tan necesario y tan transcendental, que es tratado, comentado, escrito y predicado de manera bien abundante. Parecería que uno está hablando de algo muy trillado… ¿qué católico no sabe que es necesario e importantísimo rezar? Desde aquel velad y orad (Mt 26,41) del Señor a los apóstoles,…

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¿Qué nos distingue de ellos?

Muchas veces he pensado y repensado cuáles son las cosas –o mejor cual es la cosa: virtud, actitud, etc.– que nos distingue de los santos, de aquellos ¡hombres de los que no era digno el mundo! (Heb 11, 38). A ellos tenemos que imitar y tener siempre como referentes. Comenzando la Cuaresma, tiempo especial de conversión –o sea tiempo especial de búsqueda de la santidad–, fijar más la mirada en ellos es casi una necesidad; teniendo en cuenta aquello de que “los santos no son los que nunca cayeron, sino los que siempre se levantaron”[1]. Buscando entonces “lo distinto”, he…

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Lo que me enseñó la montaña (2)

Seguimos comentando algunas cosas aprendidas en las convivencias en la montaña junto con seminaristas y novicios. En camino: en los senderos, llamados “picadas”, existen marcas denominadas “pircas”; algunas están hechas con pinturas en los árboles, otras -en las partes más altas, donde ya no hay árboles- son pequeños montículos de piedras, a veces también pintadas y con un trozo de rama en la punta. Si el sendero es bastante transitado y, por tanto, está bien marcado, estas pircas pasan casi desapercibidas o forman parte del colorido y del folclore de la caminata o del ascenso pero, si el sendero es…

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