La santidad… ¡por ósmosis!

La ósmosis es un fenómeno físico relacionado con el movimiento de un solvente a través de una membrana semipermeable desde una solución de menor concentración a una de mayor concentración de soluto. Este proceso se da hasta que se igualan las concentraciones de soluto a ambos lados de la membrana. Es un mecanismo fundamental en procesos biológicos, como la absorción de agua y nutrientes por las células. Pues bien, en lo espiritual pasa algo semejante: si nos rodeamos de santos con una actitud de apertura y receptividad, no hay forma que no sea esto una influencia muy grande en nuestra…

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¿Somos los ilusos del 90%?

«La oración ignaciana, tal como aparece en el Memorial, es una oración ligada a la transformación interior de la persona: al dominio de sus pasiones, a la purificación de las afecciones desordenadas o falta de indiferencia, a la fortificación de la voluntad para llevar con constancia a la práctica una decisión tomada bajo la luz del Espíritu, etc»[1]. Gran verdad esta, relatada en la presentación del libro Recuerdos ignacianos, que contiene el Memorial de anécdotas que el P. Luis Gonçalves de Cámara recogiera para «profundizar en el conocimiento de San Ignacio»[2]. Gran verdad esta, decíamos, de unir la oración con…

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La experiencia personal de un místico

Muy sabido es que los Ejercicios Espirituales fueron, en primer lugar, una experiencia personal de su autor. El P. Leonardo Castellani, jesuita en sus comienzos, gran sacerdote y católico siempre, lo expresa con aguda penetración en su Memoria presentada en la Facultad de Letras de París: «Este cuaderno contiene las experiencias ascéticas de un soldado del Renacimiento, y su elaboración por él mismo, de un método y un training (entrenamiento) aplicable a todos. ¿Se ha reflexionado lo suficiente sobre la enorme paradoja que tal hecho involucra? El hecho es éste: una experiencia religiosa concreta, una conversión ha sido como desindividualizada…

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¡Otra vez he visto milagros!

¡Otra vez he visto milagros! Hacía mucho que no tenía la gracia de estar presente en imposiciones de sotanas; y en este caso se dieron, en Italia, junto con la toma de hábito de algunas novicias. No es difícil imaginar lo que significa para un novicio o novicia recibir el santo hábito… es algo que no se te olvida nunca más… es “un antes y un después” en la vida, sin lugar a dudas. Se trata, nada más y nada menos, que de un ¡revestirse de Cristo! Y aunque lo más importante va por dentro, no cabe duda que lo…

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Invitación a Ejercicios Espirituales para jóvenes

Queridos lectores del blog, antes que nada, muchas gracias por estar de ese lado, si no estuvieran, obviamente que dejaría de escribir, como decía ese gran escritor argentino Hugo Wast, puede ser que un escritor no escriba para ganar dinero, pero nunca va a escribir para “no ser leído”. no estoy diciendo con esto que me creo un escritor, pero, bueno…, algo escribimos en este blog 🙂  En segundo lugar, quería preguntarles si les parece que vale la pena publicar aquí en el blog los vídeos que vamos sacando nuestro canal de Youtube. les cuento, esos vídeos se van enviando…

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¿Es Santa la Iglesia aún hoy?

Hace unos días, con un par personas con quienes hicimos el típico recorrido por los lugares ignacianos aquí en Manresa, tuvimos una amena conversación que me dieron pie a escribir estas líneas. La Iglesia es un misterio y como tal, inabarcable. Lo que no implica, como otros misterios, que nada podamos afirmar o saber sobre ella. De hecho, entre otras muchas cosas sabemos que es UNA, SANTA, CATÓLICA Y APOSTÓLICA. Y todo esto es de fe, es decir que negarlo, como otras verdades de fe, sería pecado, justamente contra la fe. Y como todas las verdades de fe –o, mejor…

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«¿Qué te importa? Tú, sígueme»

Alguien muy cercano a nosotros solía decir: «El diablo, a quien no puede hacer malo, lo hace tonto». En realidad, la palabra que usaba no era exactamente “tonto”, sino una palabra que se utiliza bastante en Argentina y que, aunque sería mejor no escribirla aquí, en el contexto en que estaba dicha calzaba muy bien y nos daba a entender perfectamente a qué se refería. Y me parece que una manera que tiene el satán –o uno de sus secuaces– de “tontificarnos” es hacernos perder el tiempo… tan valioso como pocas cosas y al que hay que vivir redimiendo, como…

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¡QUE HABLEN LOS NÚMEROS!

Crónica de la última tanda de Ejercicios Espirituales online… en números Lejos de nosotros darle una importancia al número en el sentido masificador comunista, es decir, a la cantidad por la cantidad, olvidando la importancia del individuo, de la persona. Tampoco buscamos con estas líneas una sobrevaloración exitista de lo que hacemos, pues nada más “exactamente” valorado que lo que proviene de los números. Somos conscientes también que es absolutamente imposible ponerle cualquier tipo de métrica al mundo espiritual, ya que sólo Dios lo conoce totalmente; y bien sabemos también que el bien de la gracia de uno solo vale…

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«Al mal tiempo…

…buena cara”. Este, como tantos otros dichos, es una muestra de sabiduría popular y me parece que es una manera más coloquial de expresar el “agere contra” (“hacer la contra”), de San Ignacio en los Ejercicios, también dicho por él como “hacer lo diametralmente opuesto” (“oppositum per diametrum”), cosa que nos sugiere en la desolación. Nadie duda que no es algo sencillo, pero tampoco tenemos que dudar que de eso depende en gran manera nuestro aprovechamiento en los caminos del espíritu. Y como nuestro Señor Jesucristo es el ejemplo más acabado en todo lo bueno que tenemos que hacer, también…

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San Ignacio y la penitencia II: La interna, después de Manresa

Continuamos con el último post en que hablábamos del Santo de Loyola y su vida de penitente desde su conversión hasta el tiempo que estuvo en Manresa[1]. Primero que nada, recordemos una vez más la importancia trascendental de la penitencia interna, de la que hablaremos en esta entrada. La Vulgata, edición latina “oficial” de la Biblia, la equipara a la conversión: “Si no os convertís[2] (en latín: “si no hacéis penitencia”) todos igualmente pereceréis” (Lc 13,3). Es que, como dirá San Juan Pablo II: “La conversión exige la convicción del pecado”[3]. Es por esto que en todos los santos –no solamente…

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