¿Por qué la Cruz?

Como sabemos, en Cristo coexisten dos naturalezas: la humana y la divina; ambas están unidas, no mezcladas, conservando cada una toda su perfección. La unión entre ambas naturalezas se llama hipostática, es decir unión “en la sustancia” o mejor aún “en la persona” ¿Cuál persona? En la Persona del Verbo de Dios. Esto significa que aun habiendo en Cristo dos naturalezas, no se dan en Él dos personas, y así  la naturaleza humana de Nuestro Señor subsiste en la única persona divina del Hijo de Dios. Como consecuencia de lo dicho, cada acto meritorio –aún el más mínimo– realizado por…

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¿Para qué lo hacemos?

En nuestro obrar siempre existe un para qué… un proyecto planeado y pensado tiene siempre un objetivo determinado, pero también una simple acción cotidiana, no se realiza sin focalizar un fin concreto. Incluso este para qué muchas veces podría preguntarse de manera más acertada con un para quién. En el post “Quiero ser santo” decíamos: “Enseña la filosofía que la “causa final” es la primera en la intención y la última en la ejecución. Primero me decido a alcanzar tal o cual objetivo/fin, y luego, entonces, pongo en marcha toda la serie de medios y disposiciones necesarias para llegar a…

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Retiro virtual de Adviento 2014

Comparto con ustedes un retiro virtual que hicimos a pedido de Catholic.net Son tres meditaciones en video, texto y audio sobre las virtudes teologales: fe, esperanza y caridad. Ruego a Dios y la Santísima Virgen les sea de provecho. Por cualquier duda o consulta, puede haciendo clic en «Contáctenos», en la barra superior del blog.     Retiro de Adviento 2014 Introducción en PDF

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Porque no eres frío ni caliente

Estamos ante una de las frases más fuertes de la Escritura; Jesús, que aparece como el Amén, Testigo fiel y veraz, dice: Porque eres tibio, te vomitaré de mi boca. Copiemos la cita entera para mayor claridad: Conozco tu conducta: no eres ni frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente! Ahora bien, puesto que eres tibio, y no frío ni caliente, voy a vomitarte de mi boca. (Ap 3,15-16) Por frío se entiende obviamente el que está en pecado o lejos de una vida espiritual seria; por caliente, todo lo contrario, quien lleva una vida fervorosa; por tibio, de…

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Que sea un hombre

Hay un principio teológico importantísimo en el cual se apoya todo el edificio doctrinal de Santo Tomás de Aquino[1], que reza así: “la gracia no destruye la naturaleza sino que la perfecciona”; o dicho de otro modo “la gracia supone la naturaleza”. Aplicado puntualmente esto a la santidad, podemos citar a Chesterton: “todo santo es hombre antes que santo, y santo puede llegar a serlo cualquier hombre”, y también al P. Hurtado, quien titula estos párrafos sobre la santidad con un “Que sea un hombre”: “Un santo es imposible si no es un hombre; no digo un genio, pero un…

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Identificando al enemigo

Luego del “quiero ser santo” traducido como “quiero hacer la voluntad de Dios”, es necesario visualizar con claridad al enemigo. Estamos en un combate (Job 7,1), y no hay combate sin adversario, y no hay adversario capaz de ser vencido sino es conocido: “Lo que posibilita a un gobierno inteligente y a un mando militar sabio vencer a los demás y lograr triunfos extraordinarios es la información previa”[1]. (Sun Tzu) Tradicionalmente se conocen tres enemigos de nuestra santidad: el demonio, el mundo y la carne. Ésta es una verdad de perogrullo que no caduca a pesar de los años –en…

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¡Quiero ser santo!

Una vez la hermana religiosa de Santo Tomás le escribió preguntándole qué cosas eran necesarias para llegar a la santidad. El santo de Aquino era ya un teólogo reconocido y, probablemente, su hermana esperaría una especie de pequeño tratado sobre la perfección –hay libros que surgieron como respuesta a una pregunta por el estilo–, pero él no le respondió con un tratado, tampoco con algunas páginas, ni siquiera con una frase, solo escribió una palabra: “¡querer!”. “¡¡Quiero ser santo!!” Es lo que han dicho/pensado/escrito/rezado las almas que en todos los tiempos han llegado a la perfección. Siendo la santidad un…

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¡Paraíso, paraíso!

La semana pasada tuve la gracia de dar los Ejercicios Espirituales a 23 sacerdotes: 22 religiosos del IVE y un diocesano. Una gracia… y un desafío. Como supondrán, predicar a los del “gremio”, agrega cierta “presión”, subjetiva en su gran parte pero presión al fin. Animaba mucho el considerar que cada sacerdote es un canal privilegiado de la gracia (¡para eso estamos!), y que, por tanto, no estaba dando los ejercicios a 23, sino a todas las almas que de un modo u otro, dependen de ellos. Quería compartir con Uds., adaptándolo solo un poco, lo que les prediqué en…

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¿Es o no es éste un valle de lágrimas?

Hace unos meses atrás me llegó una consulta sobre una crítica que alguno por ahí había hecho a una oración que lleva casi un centenar de años rezándose aquí en Chile, para el mes de María. Parte de esa crítica era sobre una supuesta visión pre-conciliar y negativa del mundo “como un lugar al que venimos a sufrir y no a ser felices”, y completaba la tesis mostrando su desacuerdo con las palabras de la Salve que habla de “…gimiendo y llorando en este valle de lágrimas”. Mientras respondía me vino la idea de escribir algo sobre este tema puntual,…

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¿Entregó Dios Padre a su Hijo a la Pasión?

Luego de ver la película de la Pasión del Mel Gibson, una persona muy cercana me escribió un mail haciéndome una pregunta que me parece puede ser hecha por cualquier cristiano que se enfrente de verdad, con seriedad y devoción, a la Pasión de Nuestro Señor. La pregunta fue esta: ¿Cómo se hace para entender que Dios [Padre] permitiera semejante sufrimiento a su Hijo? Sin duda que la persona que escribe ha quedado muy impresionada con la película. De hecho, desde que salió al aire, hace varios años, no se había animado a verla porque la consideraba demasiado fuerte, dura,…

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