El que siempre se ríe…
Leyendo, tiempo atrás, un libro sobre los maestros de novicios, encontré una definición que me hizo abrir los ojos con respecto a una de las características de este particular grupo de personas que comienzan con la vida religiosa. La definición, antigua y un tanto jocosa, dice así: “Novicio es el que siempre se ríe y todo lo rompe”, y estaba escrita en un transparente latín: “Novitius est ille semper ridens et omnia rumpens”[1]. Que el novicio “todo lo rompe” era algo para mí por demás sabido, ya que cada “rotura” pide del maestro un acto de paciencia, que no siempre…