Este país huele a podrido

Vaya  a saber por qué, pero lo cierto es que no es raro que el demonio se dé a conocer entre otras cosas por el olfato. Sin duda que no es para nada la manera principal –para eso tenemos el discernimiento de espíritus–, pero en situaciones sobre todo extraordinarias, no suele faltar. Y así por ejemplo aquella de las pocas veces en que San Juan de la Cruz erró en su discernimiento sobre una mujer que quería entrar a la vida religiosa y tenía ciertos misticismos que hacían dudar de su idoneidad; una vez entrada al convento, cuando descubrieron que…

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¡¡Yo voto por la estrella de siempre!! – La estrella de Belén… entre Venus y el milagro

  Aunque no tengo la cita porque lo escuché en una charla hace unos 20 años, no se me borró nunca de la memoria esta aseveración del filósofo y teólogo alemán Dietrich von Hildebrand: «en nada se ha metido tanto el satanismo como en la exégesis bíblica». Empezando en el campo protestante pasó después al católico y no ha dejado muñeco con cabeza… bueno, sí, algunas cabezas aún quedan, pero ha hecho verdaderos desastres. Un sacerdote amigo, hace también años –el tiempo pasa demasiado rápido, gracias a Dios…– luego de dar una clase en un instituto perteneciente a un obispado,…

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Navidad, transhumanismo y metaverso

Lo real, lo que existe, lo que está ahí, a nuestra vista y contemplación, es una manifestación de Dios, una cierta epifanía, al menos en cuanto un efecto puede decirnos algo de su causa. De ahí que recemos con el Salmo 18 «el cielo proclama la gloria de Dios, el firmamento pregona la obra de sus manos» y que San Pablo afirme que «lo invisible de Dios, desde la creación del mundo, se deja ver a la inteligencia a través de sus obras» (Rm 1,20). Si lo quisiéramos decir de un modo más filosófico y metafísico afirmaríamos que el ser…

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¿Por qué Santo Tomás?

Quienes tenemos fe debemos ser personas de principios, de ideas firmes alrededor de las cuales gire toda la creatividad del mundo y el estilo que cada uno le quiera poner, a la manera en la cual una rueda gira siempre y cuando esté firme en su eje y, mientras más firme esté, mejor girará. Estas ideas y principios no son opinables: no es opinable si hay un Dios o varios, si Dios es Trino o unipersonal, si Jesucristo es Dios o sólo un profeta, si la Santísima Virgen es la madre de Dios y corredentora o no lo es, etc.…

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“El Dios a quien sirvo”

Las palabras textuales de San Pablo son las siguientes: esta noche se me ha presentado un ángel del Dios a quien pertenezco y a quien doy culto (Hch 27,23). El contexto en que lo dijo: en un barco en pleno naufragio, ante paganos, camino a Roma. El ángel le habló así: No temas, Pablo; tienes que comparecer ante el César; y mira, Dios te ha concedido la vida de todos los que navegan contigo (v. 24); por eso Pablo luego les dirá: ninguno de vosotros perderá ni un solo cabello de su cabeza (v. 34). Como no podría ser de…

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O tempora, o mores!

Esta exclamación, que podría traducirse como “¡Oh tiempos, oh costumbres!” es del célebre orador Cicerón (106-43 a.C.), quien se indignaba por la decadencia de las costumbres de su tiempo. Cambiando lo que haya que cambiar, esta expresión puede ser aplicada perfectamente a la realidad que nos circunda. No se trata, por supuesto, de un lúgubre e infecundo pesimismo, sino de mantener despierto el Sentido del escándalo, como lo hacía notar, no pocas veces el P. Hurtado, aplicándolo puntualmente al ámbito social: “Este estudio de nuestra doctrina social ha de despertar en nosotros, antes que nada, un sentido social hondo y,…

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