Viejo yo… ¿en serio?

El P. Gabriel sigue nostálgico por la partida de su hermano a la misión y sigue dejando fluir su pluma. Leyendo lo último que me envió (va completo debajo, sin desperdicio), me sentí muy identificado con una frase, donde haciendo alusión a lo que le provocó el encuentro con su hermano, el P. Martín, agrega que sintió lo que sintió: “entre algunas lágrimas discretas, propias de mi vejez”. Y sí, la última parte hizo mucho eco en mí, que también me siento igual. Le tuve que preguntar qué edad tiene: “40 jajaja”, respondió. Alguno podría decir que está en la…