La Gloria de Dios
San Ignacio nos enseña claramente en los Ejercicios Espirituales que “el hombre es creado para alabar, hacer reverencia y servir a Dios nuestro Señor y mediante esto salvar su alma” (n.23). El fin primero y principal, entonces, del hombre –y de toda la creación– no es otro que la gloria de Dios. Lo cual San Ignacio resumirá en lo que podemos llamar el leit motiv de su vida: ad Maiorem Dei Gloriam, todo “para la mayor gloria de Dios”. En este mundo que nos toca vivir, lamentablemente no es difícil que alguno piense en Dios en términos un tanto humanos o…