¡QUE HABLEN LOS NÚMEROS!

Crónica de la última tanda de Ejercicios Espirituales online… en números

Lejos de nosotros darle una importancia al número en el sentido masificador comunista, es decir, a la cantidad por la cantidad, olvidando la importancia del individuo, de la persona. Tampoco buscamos con estas líneas una sobrevaloración exitista de lo que hacemos, pues nada más “exactamente” valorado que lo que proviene de los números.

Somos conscientes también que es absolutamente imposible ponerle cualquier tipo de métrica al mundo espiritual, ya que sólo Dios lo conoce totalmente; y bien sabemos también que el bien de la gracia de uno solo vale más que el universo entero[1].

Pero, así y todo, los números son parte de lo creado y de lo redimido; por tanto, son también un modo de mostrar la obra de Dios.

La misma Sagrada Escritura da importancia al número; por eso sabemos que fueron unos 5.000 hombres los que convirtió la predicación de San Pedro en aquel su primer glorioso sermón y que “Mientras tanto la palabra de Dios iba creciendo, y aumentaba sobremanera el número de los discípulos en Jerusalén (Hec 6,7). Hablando de Ejercicios Espirituales el P. Buela escribe: “Según mi cuaderno de Ejercicios predicados, sólo de 5, 8, 15 o 30 días, desde 1974 hasta 2011 inclusive, prediqué 134 Ejercicios espirituales a 3.830 ejercitantes”[2].

Y permítaseme una aclaración más: aunque el mundo del ciberespacio no conoce fronteras, no son estas líneas directamente dirigidas al gran público; me las pidió un sacerdote que ha ayudado en las últimas tandas y son, sobre todo, para nuestra querida familia religiosa, sin otra autoridad que la voluntad de nuestro querido fundador acerca de este apostolado, y la experiencia de estos años, que nos ha mostrado que los Ejercicios, también por internet, cambian vidas… lo hemos leído cientos y cientos de veces.

Ahora sí, vamos a los números, puros y duros. Creo que no es fácil de imaginar estas cantidades en concreto… pero vale la pena el esfuerzo, traten de hacerlo.

YouTube: para contextualizar digamos que en 50 días de Ejercicios publicamos 50 videos largos (entre pláticas y puntos de meditación, predicados por 19 sacerdotes); 63 videos cortitos con aclaraciones sobre los ejercicios y, sobre todo, mensajes de aliento y pequeñas reflexiones de sacerdotes, seminaristas y religiosas de todo el mundo.

Resultado: 1.4 millones de visualizaciones; 280.000 horas vistas; 18.000 nuevos suscriptores. Sólo en YouTube (en WhatsApp y Telegram imposible de contar), la gente hizo más de 5.000 comentarios, algunos son preciosos testimonios de conversión. Con respecto a la tanda del año anterior: hubo un crecimiento de 218% en visualizaciones, 157% en horas vistas y un 227% de usuarios.

SoundCloud: es una plataforma para reproducir audios, aquí subimos todas las pláticas y meditaciones y algunas meditaciones guiadas.

Resultado: 107.132 reproducciones, 11.465 descargas.

Sitio web: entraron al sitio 61.325 personas, visitando 191.546 páginas. Se registraron (no es solo un clic, sino llenar un formulario, etc.) para esta tanda 13.589 personas (pero también podían hacerla sin registrarse, aunque no podían hacer consultas).

Consultas: atendidas por unos 30 sacerdotes; fueron 1.800 personas las que consultaron, con una edad promedio de 47 años y se intercambiaron 4.500 mensajes entre preguntas, respuestas, repreguntas, etc. Además de las consultas respondidas por WhatsApp y Telegram.

Telegram: 11.215 (unos 2.000 sumados para esta tanda).

Instagram: pasó de 2.500 seguidores a casi 5.000. De Facebook podríamos decir otro tanto pero no se nos hace fácil acceder a las estadísticas exactas de esos días.

WhatsApp: recibieron los Ejercicios diariamente más de 15.000 personas. El miércoles de ceniza, al comenzar la tanda, la encargada hizo 500 mensajes de audio respondiendo consultas.

Correos electrónicos: 2.692 personas se anotaron para recibirlos por e-mail. De manera masiva se enviaron alrededor de 250.000 e-mails entre notificaciones, envíos, recordatorios, etc. y de manera personal se respondieron unos 800 mails con consultas tipo “soporte técnico” y demás.

Imposible pensar en este trabajo sin un gran equipo, comenzando por los SACERDOTES que grabaron las prédicas y los que respondieron consultas (en medio de sus no pocas tareas); pero también todos los MISIONEROS/AS que enviaron sus mensajes de aliento (¡muy valoradas por los ejercitantes!). Hay personas que terminan los Ejercicios no solo muy contentas por los Ejercicios en sí mismos, sino también por haber conocido nuestra querida familia religiosa, presente en tantas partes del mundo (realidad a la que ya nos acostumbramos pero que a la gente no deja de llamarle la atención). Aunque no cuantificable, de no poca importancia fueron las oraciones y sacrificios de CONTEMPLATIVOS y CONTEMPLATIVAS, y las oraciones de los niños de nuestros hogares que además de rezar, también enviaron un video animando a los ejercitantes.

Igualmente imprescindible fue la tarea, por momentos agotadora –y no exagero en absoluto–, que han realizado los LAICOS y LAICAS que, aun en medio sus quehaceres cotidianos, han ocupado en este apostolado todo el resto del tiempo –el que tenían y el que no…–, algunos a veces durmiendo muy poco, etc. Tengamos en cuenta que además de lo ya mencionado, el material se ofrecía en una aplicación (para Android y IPhone); a cada video se le adjuntaba el texto correspondiente, corregido y uniformemente presentado, y “material extra”: audios y textos varios. Las consultas de la gente, que llegaban de una y otra parte (agreguemos un grupo abierto de WhatsApp con 600 personas), tuvieron respuestas casi inmediatas, y esto era como atajar penales pateados por varios al mismo tiempo… Fue necesario sumar operarios al “staff” y pasamos las 20 personas. ¡Deo gratias!

Como puede verse, por gracia de Dios –y gracia del carisma, sin duda– pudimos hacer lo que el P. Buela nos ha enseñado: trabajar en equipo y, también, ser intercambiables[3], cosa que de algún modo es la contracara del trabajo en equipo.

Antes de seguir y para que se valoren más aún los números, transcribo uno de los testimonios (repito, de cientos y cientos…):

“Dios mío, esto es obra y Gracia tuya totalmente, me contestaste, mi Señor, tantas preguntas, tantas dudas. Sanas y sigues sanando esta alma tan enferma, tan llagada, tan herida. ¡Mis heridas tienen heridas, Señor! Heridas profundas que solo TÚ, a través de estas prédicas, logras sanar. Llegas donde nunca me imaginé que llegaras, destapas y quitas capas y capas de tanta miseria.

Me siento tan bendecida. ¡Tan infinitamente bendecida de poder encontrarte tan dentro de mí! ¡De no tener miedo ya de sanar! De no tener miedo a mirar mis pobrezas.

¡Gracias Señor!

Gracias Padres; siempre agradecida con Dios y con Mamita María de ponerlos en mi camino”. Duana

Decía arriba que quería dedicar, sobre todo estas líneas, a los miembros de nuestra familia religiosa, apoyado en la autoridad del P. Buela. Ahora explico por qué.

Aunque la página de Ejercicios Espirituales la publicamos en el 2006, fue en el 2007 que, por el pedido de una persona de Ecuador, enviamos el material para que lo hiciera “a distancia”. Enviamos todo por correo electrónico y nunca olvidaré mi asombro/alegría al recibir las preguntas de la ejercitante… ¡eran preguntas como si estuviera haciendo Ejercicios presenciales! De hecho, así suele pasar, los sacerdotes se terminan de convencer del gran bien que hacen los Ejercicios por internet, cuando responden consultas. Los varios inconvenientes que hubo (problemas técnicos, falta de tiempo, viaje a una misión en los días del Ejercicio) no hicieron más que reafirmar que la cosa funcionaba… ¡y cómo!

Fue así que pusimos en la página web la opción “Ejercicios por internet” y no podré olvidar la gran alegría que me dio cuando, algunas horas después, recibí el primer mail… estaba solo en la Finca[4] (los seminaristas estaban o de salida económica o de vacaciones): “¡¡pesqué uno!!”, no sé si llegué a gritarlo pero ganas no me faltaron, “¡¡pesqué uno!!” … las simbólicas redes del Evangelio y el “entre-redes” de “inter-net” se me hacían de algún modo una sola cosa. Para que se entienda un poco más el contexto –sobre todo para los jóvenes– vale tener presente que en ese tiempo no había WhatsApp ni redes sociales: solo mails y páginas web. Por eso poner algo en una página era como abrir un quiosco… ¿llegará alguien?… ¡y llegó! ¡y rápido! Era un señor de La Plata, de unos 50 años si mal no recuerdo.

Esto hizo que se los ofreciera a Catholic.net con quienes estaba en contacto por algunas publicaciones del P. Fuentes (en este tiempo estaba yo a cargo de “Ediciones del Verbo Encarnado”), y no poca fue mi sorpresa cuando comencé a recibir ¡200 mails! por día pidiendo hacer los Ejercicios. Siempre pensé que Lucrecia Rego de Planas, directora en ese tiempo de Catholic.net y que siempre nos trató con caridad exquisita, debe haber juzgado que lo que le estaba ofreciendo estaba al nivel de “profesionalidad” de los libros del P. Fuentes y del trabajo que él hacía en el portal con las respuestas de “El teólogo responde”. Por supuesto estábamos muy lejos de eso, pero no había que perder la oportunidad… así que ¡a seguir!

Al día siguiente, en el almuerzo, le comento al P. Gabriel Zapata, en ese entonces provincial, cómo iban las cosas. Y si bien ya estaban dados todos los permisos, el recibir 200 mails por día cambiaba un poco la situación. Me dijo que le escribiera al P. Buela para ver qué le parecía (él era en ese entonces el Superior General). Llegué a mi habitación y antes de una siesta, así, con el cansancio propio de esos momentos, le escribí al Padre contándole todo y pidiéndole su opinión y consejo.

Al otro día por la mañana, no poca fue mi sorpresa cuando al leer un mail de un compañero sacerdote que en ese entonces estaba en un país vecino, me hacía una broma acerca de mi “curro”[5] sobre los Ejercicios Espirituales por internet (broma que de vez en cuando me sigue haciendo y de lo cual nos hemos reído bastante). Obviamente que, con la velocidad de las comunicaciones de ese entonces, el efecto –que él supiera lo que sabía– pedía una causa proporcionada, o sea, la pregunta, necesaria, si se quiere, era ¡¿cómo se enteró?! Y el signo de admiración está bien puesto porque me olfateaba alguna cosa al estilo de lo que pasó.

Sospechando entonces qué podría haber sucedido me puse a ver otros mails y, ¡oh sorpresa!, encontré un “Reenvío” donde estaba todo tal cual yo le había escrito al P. Buela, salvo una o dos palabras cambiadas para el gran público. Otra vez para los jóvenes: en ese tiempo, al no haber tantos videos y demás, el “Servicio de Reenvíos” que llegaba por mail y en el cual se enviaban crónicas y noticias de la Congre, era muy leído por todos, de ahí se sacaban Buenas Noches, etc.

Así fue que comencé a leer, imaginen con qué cara, qué había escrito yo –en el estado de cansancio en que estaba y de manera personal al P. Buela– que ahora era leído por todos y reenviado nada más y nada menos que por el P. Buela. Como les decía, no hizo cambiar prácticamente nada del texto.

Por supuesto que yo estaba feliz pero no podía salir de mi asombro. Así que le escribí al Padre, que todavía no me había respondido mi mail “personal”, para preguntarle qué había pasado y me respondió –y me pesa y pido perdón por no tener la respuesta literal– que él quería que los Ejercicios Espirituales por internet se hicieran en todos los idiomas donde estábamos misionando y por eso lo mandó a todos. Y disculpen todo lo que tuve que contar para decir esto, que es lo importante, pero me parecía que el contexto podía ayudar.

También ha querido el P. Buela que quedara esto sentado en el Directorio de Ejercicios Espirituales. Cuando en el Capítulo General del 2007 se revisaron algunos directorios, ya habían terminado lo referente al Directorio de Ejercicios y el P. Buela preguntó si habían agregado la posibilidad de hacer Ejercicios Espirituales por internet, y como no lo habían hecho, les indicó que lo hicieran y lo agregaron en el apartado “La nueva evangelización”:

En relación a los nuevos métodos para la evangelización, también para la predicación de ejercicios espirituales se pueden y deben usar los modernos medios de comunicación. Por ej., se pueden predicar con muchísimo fruto ejercicios espirituales por internet, con gran interacción por parte de los ejercitantes virtuales, y con modalidades diferentes. Una forma es tener en cuenta la anotación del n. [19], predicando por internet ejercicios a las personas que no pueden dejar sus ocupaciones cotidianas. Otro modo es invitar a los ejercitantes a dedicar algunos días (mínimo 3) en un lugar en que puedan estar sin ocupaciones y con la tranquilidad suficiente para cumplir un horario semejante al que tiene un ejercicio espiritual “presencial”[6].[7]

También en su libro “Ejercicios Espirituales y nueva evangelización” hace no pocas referencias el P. Buela a la posibilidad de hacerlos por Internet, poniendo esquemas, sugiriendo pláticas, etc.: “Para que puedan aprovecharse de los mismos, hacemos esta propuesta de Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola por Internet”[8].

Asimismo, queda clara su intención con respecto a este apostolado al haber grabado dos tandas de Ejercicios para ser publicadas en Internet[9].

En el hecho de haber apoyado –y del modo que lo hizo– este apostolado, me pareció ver muy claro que el P. Buela mostraba la fuerza del carisma, presente en él de manera fontal[10]. En ese entonces contaba él ya con 66 años y no era internet lo que es ahora (no pasaron ni 20 años, pero todo ha ido cambiando muy rápido…). Sin duda había algo del Espíritu Santo en su convicción y claridad. Cosa que, por supuesto, no cambió al pasar los años: “Apoyo con todas mis fuerzas el apostolado por internet”, sé que dijo no hace mucho.

Hasta donde tenemos noticias, somos los primeros en haber llevado los Ejercicios Espirituales al mundo del ciberespacio, por eso, por gracia de Dios y por la fuerza del carisma, creo que le caben a este apostolado, como a otros, estas palabras que el Padre comenta en su póstumo libro, que a su vez deben servirnos de acicate: “Seguimos a pie justillas el magisterio de siempre, pero en lo práctico estamos en la vanguardia”[11]… 

No poco se ha hecho, pero mucho más queda por hacer. Pidamos a la Santísima Virgen, de quienes somos esclavos de amor y es llamada con toda verdad por Juan Pablo II “maestra sabia de los Ejercicios”, nos ayude a ser fieles al carisma, que “es la gracia de saber cómo obrar, en concreto, para prolongar a Cristo en las familias, en la educación, en los medios de comunicación, en los hombres de pensamiento y en toda otra legítima manifestación de la vida del hombre. Es el don de hacer que cada hombre sea ‘como una nueva Encarnación del Verbo’[12], siendo esencialmente misioneros y marianos”. (Constituciones, n. 3.)

¡Ave María y adelante!

P. Gustavo Lombardo, IVE

––––-

De yapa[13] les dejo un testimonio más, de alguien que lleva 3 años seguidos haciéndolos:

«Buenas tardes. Mi nombre es Luisa. Yo soy de Colombia, pero vivo en Estados Unidos. Quiero darles las gracias por esta tanda de ejercicios espirituales. Este es mi tercer año haciendo los ejercicios. Nunca pensé que hacer los ejercicios por tercer año consecutivo fueran a tener tantos frutos. El hecho de repetirlos cada año me ha llevado a comprender mucho mejor algunos temas como el de las “dos banderas”, los “3 binarios”, “el examen particular y general”. Son muchas las bendiciones que Dios me ha dado y sobre todo la gracia de perseverar. Dios me concedió la gracia que escuchar todas las meditaciones de cada día en la capilla de mi parroquia donde hay adoración perpetua. ¡¡Esto sí que es una gracia!!… Muchas gracias a todas las personas que hicieron posible estos ejercicios. Algo que me ayudó mucho a perseverar fueron los videos hechos por los demás religiosos, animándonos a seguir adelante y saber que contábamos con sus oraciones. Ya espero con mucho anhelo los ejercicios del 2024. Dios nos dé la vida para poder hacerlos. ¡Muchas bendiciones para todos!» Luisa A

Algunos de los cientos que les nombraba, aquí: https://ejerciciosespirituales.org/testimonio/

 

[1] “Bonum gratiae unus maius est quam bonum naturae totius universi” S.Th. II-II,113,9 ad 2.

[2] C. M. Buela, IVE, El Señor es mi Pastor. Memoria y Profecía, 2022, 254.

[3] Habla de estas dos características del religioso del IVE el P. Buela en unas Buenas Noches publicadas en el boletín Ave María, en el número 3, en el mes de abril de 1989, titulada “Ser ‘comandos’ eclesiales”.

[4] Así llamamos cariñosamente a nuestra Casa Madre, el “Seminario Mayor, María, Madre del Verbo Encarnado”.

[5] Viene de “currar”, y éste del caló –lenguaje de los gitanos españoles– admitido por la Real Academia y significa entre otras cosas estafar. Esta palabra, del lunfardo, en el contexto usado significa que de algún modo “me inventé” un apostolado para hacer algo que me gustaba.

[6] Un ejemplo de esto en http://www.ejerciciosive.com.ar (este fue el primero dominio que tuvimos; ahora es: www.ejerciciosespirituales.org)

[7] Directorio de Ejercicios Espirituales del Instituto del Verbo Encarnado, n. 81. Las negritas son nuestras.

[8] C. M. Buela, IVE, Ejercicios Espirituales y nueva evangelización. San Ignacio hoy, IVE Press, Washington 2015, 49.

[9] En Youtube: tanda 2013 y 2015. También en la página web, todas las tandas por orden de publicación, incluidas las dos del P. Buela: https://ejerciciosespirituales.org/vida-cotidiana/

[10] Fontal. Del lat. fontālis. 1. adj. Perteneciente o relativo a la fuente. 2. adj. desus. Primero y principal.

[11] C. M. Buela, IVE, El Señor es mi Pastor. Memoria y Profecía, 361.

[12] Beata Isabel de la Trinidad, op. cit., Elevación nº 33.

[13] De yapa. 1. loc. adv. Arg., Bol., Chile, Ec., Par., Perú y Ur. gratuitamente. 2. loc. adv. Arg., Bol., Ec., Par., Perú y Ur. además.