“Yo hago nuevas todas las cosas” (Ap 21,5)
Esa afirmación del Señor que puede ser entendida con referencia a muchas cosas –ya que “todo” es justamente aquello donde nada se excluye– desde hace años me suena y resuena que principalmente se puede aplicar a una cosa, a una realidad. No hay duda que a lo primero que hace referencia el Señor es al mundo nuevo que sobrevendrá luego de su Segunda Venida –en ese contexto lo afirma en el último libro sagrado–. Sin embargo, sabemos que ya su Encarnación produjo una nueva creación, más gloriosa aún que la primera. El Catecismo afirma que “La primera creación encuentra su…