Inspirados en las enseñanzas magisteriales de San Juan Pablo II, el fin específico del Instituto del Verbo Encarnado es la evangelización de la cultura, y difícilmente podremos lograr este objetivo sin hacer uso del potencial que ofrecen de los medios de comunicación.
“Internet: un nuevo foro para la proclamación del Evangelio”, así titulaba el Santo Papa polaco la Jornada mundial de las comunicaciones del año 2002, y nos decía:
“Ahora, con la revolución de las comunicaciones y la información en plena transformación, la Iglesia se encuentra indudablemente ante otro camino decisivo”.
Y como para no dejar duda de su intención de adentrarnos en ese camino, afirmaba:
“Para la Iglesia, el nuevo mundo del ciberespacio es una llamada a la gran aventura de usar su potencial para proclamar el mensaje evangélico. Este desafío está en el centro de lo que significa, al comienzo del milenio, seguir el mandato del Señor de «remar mar adentro»: «Duc in altum» (Lc 5, 4).”
¡A remar entonces! No sin mirar todo el tiempo a la Estrella del Mar y de la Nueva Evangelización, María Santísima, por quien de mejor manera llegamos a la Luz.