«Al mal tiempo…

…buena cara”. Este, como tantos otros dichos, es una muestra de sabiduría popular y me parece que es una manera más coloquial de expresar el “agere contra” (“hacer la contra”), de San Ignacio en los Ejercicios, también dicho por él como “hacer lo diametralmente opuesto” (“oppositum per diametrum”), cosa que nos sugiere en la desolación. Nadie duda que no es algo sencillo, pero tampoco tenemos que dudar que de eso depende en gran manera nuestro aprovechamiento en los caminos del espíritu. Y como nuestro Señor Jesucristo es el ejemplo más acabado en todo lo bueno que tenemos que hacer, también…

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Tomás e Ignacio, dos gigantes unidos por la Verdad

¿Se pueden unir los Ejercicios Espirituales con el yoga, el zen y otras yerbas? ¡Claro que sí! Así como se puede unir el agua con el aceite, el bien con el mal y ponerle a satanás una aureola… A pesar de eso, hay quienes lo hacen… o sea, lo intentan hacer, faltando en eso no solo a la fe, sino a la misma razón, porque con un poquito de coordinación neuronal (solo un poquito eh!!), honestidad intelectual y amor a la verdad, ni atisbarían a intentar unir cosas tan opuestas. ¿No te suena bien lo que digo? Entonces, perdón, pero…

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Año nuevo, vida nueva … ¿Será este el mejor año de nuestra vida?

¿Será mejor que este nuevo año que comienza el anterior? ¿Tiene algo de cierto esto de año nuevo vida nueva? Mi padre a modo de broma todos los años, unos minutos después de pasadas las 00.00hs solía decir: bastante parecido al anterior este año, ¿no? De todos modos es bueno aprovechar el inicio del año como una oportunidad de mirar con ojos nuevos, con renovada esperanza, nuestro futuro. Pero ¿de qué depende que este año nuevo sea mejor que el anterior e incluso al mejor que hayamos vivido en nuestra vida? Aunque esta respuesta suene un poco voluntarista, lo cierto…

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De pasiones y mundiales…

Creo que es la primera vez que para escribir un post fluctúo entre dos polos casi opuestos. Por un lado, pienso que diré una verdad de Perogrullo, y por otro, que estoy cayendo en una especie de puritanismo innecesario –como todo error– que no producirá demasiada simpatía en algún que otro lector, sobre todo coterráneo o de algún otro país donde el fútbol ocupe socialmente el lugar que ocupa en mi querida patria Argentina. De todos modos, si lo escribo es porque dejo de lado esas impresiones y pienso que algo puedo aportar, y sobre todo pienso que Dios quiere…

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San Ignacio «Maestro de oración»

No sólo los apóstoles sino la Iglesia entera, en todo tiempo y lugar, vuelve una y otra vez la mirada al Señor Jesús y le reitera la pregunta: «Maestro enséñanos a orar» (Lc 11,1). Y una y otra vez el Señor nos enseña con sus palabras y ejemplos, el gran arte de dirigirnos al Padre, de escuchar su voz, de adentrarnos en sus pensamientos y corazón para que, desde allí, podamos entender la realidad, nuestra realidad. Esta preeminencia absoluta del Señor –como en todos los demás aspectos de nuestra fe– no quita en absoluto que podamos también recibir enseñanzas sobre…

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San Ignacio y la penitencia II: La interna, después de Manresa

Continuamos con el último post en que hablábamos del Santo de Loyola y su vida de penitente desde su conversión hasta el tiempo que estuvo en Manresa[1]. Primero que nada, recordemos una vez más la importancia trascendental de la penitencia interna, de la que hablaremos en esta entrada. La Vulgata, edición latina “oficial” de la Biblia, la equipara a la conversión: “Si no os convertís[2] (en latín: “si no hacéis penitencia”) todos igualmente pereceréis” (Lc 13,3). Es que, como dirá San Juan Pablo II: “La conversión exige la convicción del pecado”[3]. Es por esto que en todos los santos –no solamente…

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San Ignacio y la penitencia I: desde Loyola a Manresa

El Catecismo de la Iglesia, cuya lectura nunca nos cansaremos de recomendar, en la tercera parte donde desarrolla “La vida en Cristo”, tiene un apartado sobre “Gracia y justificación” y comienza así: “La gracia del Espíritu Santo tiene el poder de santificarnos, es decir, lavarnos de nuestros pecados y comunicarnos ‘la justicia de Dios por la fe en Jesucristo’ (Rm 3,22)”[1]. En los párrafos siguientes afirma que: “Por el poder del Espíritu Santo participamos en la Pasión de Cristo, muriendo al pecado y en su Resurrección, naciendo a una vida nueva”[2], y también “Movido por la gracia, el hombre se…

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Actualidad de San Ignacio y los Ejercicios

Santos con misiones especiales Santos, en sentido estricto, son todos aquellos que han llegado a la perfección de la caridad –¡a lo que apuntamos!, de los cuales algunos la providencia divina –con la colaboración de la libertad humana– ha querido que sean elevados al honor de los altares. Y así como cada uno de nosotros es único e irrepetible, cada santo es una “obra maestra” de Dios, también única e irrepetible y, como decía Benedicto XVI, nunca tienen ocaso[1] por ser íconos vivos de Aquel “que es, que era y que vendrá” (Ap 1,8). Al no tener ocaso, el legado…

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San Ignacio y la Eucaristía

No hay duda que de todo Santo se puede afirmar aquello que Juan Pablo II aplica a la Iglesia, es decir, que vive de la Eucaristía[1], porque todo Santo vive de Jesús, y Jesús no solo está, sino que  es la Eucaristía. Así y todo, en algunos de estos campeones de la vida del espíritu, encontramos ciertas notas particulares, sobresalientes, tanto en lo personal como en su obra apostólica, en relación al Augusto Sacramento. Creemos que uno de esos casos es el del Santo de Loyola, bastaría para convencernos leer algunos de los varios libros que se han escrito al…

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